No ignore el dolor

Solo usted sabe cuánto dolor tiene. Informe a su médico o al personal de enfermería cuando sienta dolor, o si el dolor regresa después de haber desaparecido. Hable sobre el nivel de dolor durante el transcurso de su estadía.
Pregúntese lo siguiente y luego compártalo con el personal de enfermería:
- ¿Dónde duele?
- ¿Cuándo duele?
- ¿Qué lo hace sentir mejor o peor?
- ¿Le impide hacer actividades, como dormir, vestirse o comer?
También puede usar estas palabras para describir su dolor: dolor, distensión, tironeo, constante, adormecimiento, punzante y agudo.
Cuando se trata de su dolor, usted es el experto.
¿Comienza a sentir molestias? ¿El analgésico no está haciendo efecto? Hable. Es posible que se deba aumentar la cantidad del analgésico que recibe actualmente o que tenga que cambiar a un tipo de medicamento diferente para sentir alivio. No intente ignorar los síntomas que le causan dolor. Controlar su dolor lo ayudará en su proceso de curación. Hable con su médico o el personal de enfermería cuando sienta dolor.
Reduzca el dolor de la siguiente manera:
- Coloque una almohada contra la parte del cuerpo que le duela. Esto amortigua el área dolorida y ayuda a aliviar el dolor cuando respira profundo o tose.
- Utilice compresas frías o calientes (pregúntele a su enfermera).
- Masajee la espalda para relajar los músculos tensos.
- Inhale y exhale lentamente para relajar los músculos y expandir los pulmones.
- Escuche música suave.
- Camine para aliviar la presión del gas.
¿Qué tan fuerte es el dolor según esta escala?
